jueves, 3 de mayo de 2007

Service with a smile...

Rigor mortis? Más bien risas mortis...

Otra reflexión sin sentido: Qué bien debe sentirse (si es que se siente algo después de) morir feliz o, en su defecto, haciendo algo que nos guste. Incluso si eso provoca burlas hacia el difunto ("¿Viste boludo? Se murió garchando... qué hijo de puta, no?"). En el fondo, creo que la mayoría preferiría eso a tener una muerte sin sentido, evitable, es decir, una muerte típica de nuestro tiempo. Accidentes de diversa índole, enfermedades dolorosas y lentas, atentados, asesinatos, etc... ¿Quién no envidiaría al viejo enviagrado? (no, no es un error de escritura, uds. entienden de lo que hablo).

Más vale recibir a la muerte con una sonrisa en el rostro, que ella debe estar más que contenta de venir a buscarnos. Y mientras la esperamos, a disfrutar de lo que tenemos, que deprimirse, aislarse y culpar al mundo por ello no va a solucionar ningun problema.




martes, 1 de mayo de 2007

Casualidades...

Project Mayhem = Sociedades primitivas?

Ayer tuve el gusto de, durante uno de mis viajes por el oceano de televisión basura (a los que llamo "hacer zapping"), encotrarme con que un conocido canal estaba transmitiendo la (en mi opinión) excelente película "Fight Club". Al verla, no pude evitar relacionar el Proyecto Caos (traducciones, sin comentarios) con las sociedades primitivas a las que tantas horas de estudio he tenido que dedicar ultimamente. Es que el objetivo de dicho proyecto, como se explicita en un momento de la película, es hacer retroceder el reloj del "progreso" humano y volver a vivir como nuestros antepasados homínidos.

Una vez hecha esta conexión mental, una de tantas relaciones involuntarias que nuestro cerebro realiza día tras día, no pude evitar preguntarme: ¿no sería mejor deshacernos de todas nuestras falsas necesidades y simplemente volver a vivir sin mayores preocupaciones que conseguir algo de comida y un lugar donde dormir?. No me cabe la menor duda de que, en su gran mayoría, nuestros antepasados deben haberse sentido satisfechos con su situación. Nosotros, por otra parte, vivimos en una sociedad de índices de necesidades insatisfechas, pobreza, desencanto, desesperación, consumo desenfrenado... ¿y a cambio de qué? Celulares, televisión, internet, mp3...

Estoy seguro de que la pobreza y la insatisfacción son producto en un 25% de situaciones objetivas y materiales, y un 75% de construcciones culturales.

No tengo mucho más que decir. Simplemente una reflexión incongruente. Me voy a ver TV, nuevamente. Por más que quiera, soy un simple homo consumis. No puedo escapar de mi esencia.